viernes, 10 de octubre de 2008

La experiencia navideña


Back Heritage Singers
La primera vez que la directora del coro nos habló del proyecto Góspel, nos pareció bien sin saber realmente el trabajo que llevaría pasar de “Rosina al We Praises You”; pero con el entusiasmo de Rebeca, el atrevimiento que da la ignorancia y el buen ánimo del ambiente, todo el mundo dijo que sí.Los lunes y los miércoles son los días elegidos para ensayar en los centros sociales; los lunes en un local pequeño en el que se sacaron abanicos para refrescar y los miércoles en un local más espacioso. Rebeca pasó el testigo a Neli por cuestiones de maternidad y comenzaron los ensayos con su misteriosa letra y su ritmo endiablado. Hay que precisar lo encomiable de cantar en un idioma que no terminas de entender , en el que se duda de la pronunciación, de la significación y de la escritura misma. Incluso Maruja hizo un sabio comentario de: “¿por qué no cantarán en español? “que todos apoyábamos interiormente. Pero amantes del riesgo, la empresa siguió adelante.Y allí estaba Neli perdiendo los nervios cada vez que aquello sonaba raro, aguantando interrupciones y murmullos, mientras que Ángel hacía traducciones jíbaras en la pizarra para simplificar, Inés acompañaba a ritmo de sevillana y Rebeca producía Cds a ocho voces en casa, al tiempo que daba la teta. El ánimo no decaía y algunos encomiables como Modesto confesaron que practicaba el inglés con la gata.La navidad y la familia hizo que sufriéramos bajas inevitables que se echaron de menos y nos unimos al coro de Grao con un nivel similar de idiomas. Diciembre se presentó con la visita fantasma de un representante que nunca llegó, las idas y venidas a Grao, los nervios de letras, entradas y salidas a tiempo y una posible parálisis en el "Yisus" .Pero todo llega y llegaron los americanos y con ellos llegó la voz, y lo que hasta entonces era un coro titubeante y dubitativo ,comenzó a sonar como la poderosa Nueva Orleans, dándonos un baño de autoestima ,en el que recuperamos de golpe toda la energía y confianza perdida por el camino. La iglesia se hizo pequeña, las autoridades presentaron orgullosas el acto y nosotros olvidamos los tristes detalles de una cena que se hizo de rogar, los cafés que tuvo que pagar Neli o el feudo de la sacristía, percatándonos de que los caminos de la política son inescrutables y dando paso a la magia de la música que hizo enmudecer al público, elevándonos a todos a la altura de los mismísimos santos.

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